Ser madre, emprendedora o empresaria

Ser Madre, emprendedora o empresaria y no morir en el intento.

Muchas mujeres sueñan con ser madres, pero a veces lo posponen o abandonan por temor a tener que renunciar a sus carreras. 
Algunas ya lo son, pero no quieren que otras personas críen a sus hijos o no tienen con quien dejarlos. Y por eso, no les dan continuidad a sus profesiones.

Independientemente de cuál sea tu caso, es fundamental que sepas que la maternidad y la carrera no tienen por qué andar separadas. Es posible conciliarlas y realizarte haciendo lo que más te gusta.

Por dónde empezar

Lo primero que tienes que hacer para convertirte en una mamá emprendedora es definir a qué público deseas llegar. Es decir, en qué nicho de mercado pretendes actuar.

«Mira a tu alrededor. ¿Qué crees que les falta a las personas para solucionar pequeñas situaciones que dificultan su día a día?»

Pensar en las necesidades de quienes conviven contigo es una excelente manera de tener ideas de nuevos campos de actuación.
Además, es importante que pienses en ti. ¿Cuáles son los temas con los que más te identificas? ¿Tienes alguna habilidad que te permita hacer algo que te distinga de los demás?

Si tienes alguna especialización es más fácil pensar en contenidos y estrategias para crear un emprendimiento que genere beneficios y le agregue valor a quien compra alguno de tus productos o servicios.

Consejos para mamás empresarias

1- Amplia tu red de contactos y conoce a otras mamás empresarias

Ponte en contacto con otras mujeres como tú. Puedes hacerlo de forma presencial a través de eventos, o por medio de internet.

2- Pide ayuda cuando la necesites

No te dejes llevar por el orgullo y el querer demostrar que puedes lograrlo sola. Todos necesitamos de vez en cuando la ayuda de alguien.

3- Prioriza tus tareas

Empieza tu día haciendo las cosas más importantes tanto para tu negocio como para tu familia. Recuerda que no necesariamente lo más urgente es lo más importante.

4- Reserva siempre la misma hora del día para tus mails

Destina un tiempo específico y limitado cada día para revisar y responder tus emails. Puedes hacerlo durante no más de una hora cada mañana sin ningún tipo de distracción.

5- Enfócate en lo que estás haciendo

Completa una sola tarea cada vez.
¿Has oído hablar de la “Técnica Pomodoro”? Es un excelente truco de gestión de tiempo. Algo tan simple como un temporizador de cocina, que te permite asignar a tus tareas en “bloques de tiempo” de 25 minutos  a cada tarea y ceñirte a ellos.
Aunque no lo creas, te permitirá hacer más en menos tiempo.

6- Usa una agenda

Bien sea electrónica o de papel, revisa cada mañana tus responsabilidades, y separa las que corresponden al hogar de las del trabajo. Al final del día revisa todo lo que lograste y organiza tus tareas para el día siguiente.
Los minutos que gastes planificando son una excelente inversión de tu tiempo.

7- Programa con antelación tus reuniones de trabajo y eventos familiares o con amigos

Puedes usar tu agenda, el calendario de tu móvil e incluso usar colores diferentes para cada tipo de evento. Intenta cumplir las reuniones con las que te has comprometido. Recuerda que reprogramarlas te quitará más tiempo.

8- Conquista tu espacio

Si trabajas desde casa, acondiciona un espacio privado y conviértelo en tu oficina. Hazles saber a tu familia la importancia de respetar tu privacidad y de guardar silencio cuando lo necesites. Esto te ayudará a crear una rutina que te hará ser más productiva.

9- Sigue educándote siempre que puedas

Existe una gran oferta de cursos para mujeres empresarias, tanto presenciales como online.
En muchos de estos últimos puedes definir tu propio horario y completarlos a tu ritmo, con lo cual son especialmente indicados si tienes poco tiempo. Define tus puntos débiles y haz una investigación previa de cuál sería el entrenamiento más adecuado para ti.

10- Aprende a manejar tus finanzas personales

Hay cientos de blogs financieros en los que puedes aprender cómo sacar el máximo provecho de tus finanzas.

11- Descansa lo suficiente

Intenta irte a dormir una hora más temprano y levantarte una hora antes y respeta cada día el mismo horario. Durante la mañana la mente está más descansada y eres más productiva.

12- Disfruta cada logro

Si conseguiste algún cliente o cerraste algún negocio que llevabas tiempo buscando, vale la pena celebrarlo, ya sea solo con tu pareja o con toda la familia. Ese es uno de los placeres de ser una mamá empresaria.

13- Aprende a decir que no

A veces nos cuesta, pero es mejor que te comprometas solo a lo que realmente puedes y quieres hacer. Nadie dijo que ser una mamá emprendedora es sinónimo de estar siempre accesible, ¿cierto?

14- Busca tiempo para ti misma

No sacrifiques aquello que más disfrutas: desde dar un paseo hasta reunirte con tus amigas. Sacar tiempo para ti misma te ayudará a liberar estrés y te permitirá recargar energías.

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